Frío pero lleno de emoción, calor y mucha energía, así se vivió el anhelado día dos del del Tecate Pa’l Norte.
Luego de un año y medio de espera, vivimos el día dos del Tecate Pa’l Norte. Un sábado con un inicio lluvioso, posteriormente frío, un Parque Fundidora fresco, ideal e incluso en algunas partes lodoso, el plus del ambiente festivalero que tanto se anhelaba. A pesar de las condiciones climáticas no esperadas por algunos, se sentía un calor emocionante al saber que por fin veríamos los shows de artistas como Boy Pablo, The Whitest Boy Alive, The Kooks o los ya legendarios Tame Impala.
La Llegada
La asistencia al festival fue más prolongada, era la 1 pm. y el público aún no llenaba ningún escenario, los resbalones en el pasto por el lodo se hacían comunes, las cervezas ya comenzaban a hidratarnos. Y entre esto, escenarios como el Tecate Light con Noah Pino Palo o el Oasis Bacardi con el artista ganador de la dinámica en Tiktok, se hacían presentes.
Sin embargo, al extremo opuesto al escenario Tecate Light, sonaba Kills Birds, grupo cuyos riffs llamaron la atención de Dave Grohl para abrir algunos de sus shows y por supuesto en el Pa’l Norte no pasarían desapercibidos. Liderados por la poderosa voz de Nina Ljeti y los trazos ruidosos de Jacob Loeb y Fielder Thomas, mantuvieron a los primeros asistentes con constante actividad corporal, muy prendidos.
Casi al final de Kills Birds, Boy Pablo ya daba inicio a su presentación, mostrándose con un look anaranjado en su pelo y llenándonos a todos con su pegajoso bedroom pop y jangle pop. Creador de un ambiente tan melódicamente icónico incluso con el cierre donde su playera sobró y la eliminó de su outfit.
Sin embargo, al mismo tiempo sonó Simpson Ahuevo en el escenario Oasis Bacardí. El orgullosamente rapero sonorense cautivó de manera sensual y musical a aquellos presentes en su show, un escenario percibido de un tamaño pequeño para la cantidad de público a su alrededor cantando sus tracks.
La asistencia se masificó poco a poco pero eran las 4 pm. y se veían las divisiones en camino a ver a Marco Mares, Hello Seahorse e incluso esperar a The Whitest Boy Alive. El primero se llevó el aprecio por ser uno de los artistas más queridos del escenario acústico, quien con sus composiciones, los asistentes vibramos al ritmo de su guitarra. Los segundos ofreciendo un show ideal para este regreso a los festivales masivos y atinado para iniciar la culminación de este año.
Pero, The Whitest Boy Alive, logró llenar el escenario Tecate Light. Posicionando sus instrumentos aún más cerca del límite del escenario para mejorar su visión y cercanía con nosotros, la banda liderada por Erlend Øye, encendió el festival con aquellos tracks, improvisaciones y progresiones soñadas por el público. Luego de “agachar” a los asistentes, jugar con riffs y nuevos sonidos agregados, su tiempo terminó y el ambiente en el Pa’l Norte ya se sentía excitante por lo que estaba por llegar.
El inicio del final
Mientras algunos más maduros salían del Tecate Light y agarraron camino para ver a Lila Downs en el escenario Tecate Original, otros más jóvenes entraban en el área de los whitest para vivir el show de Mau y Ricky con Piso 21. Algunos descansaron, otros comieron, otros varios no pararon de bailar en el siempre ardiente Club Social, en el Pilo’s Bar e incluso intermitentemente en la Villa Maravilla para presenciar a artistas como Elliot Moss.
El tiempo corría y los empalmes se dificultaron, pues se había escuchado a Guaynaa como artista sorpresa, Danny Ocean aún tocaba sus románticos y bellos hits y Caloncho ya revivía el extremo del festival. Y cruzados con con minutos, otro conglomerado vivía la presentación de The Kooks, quienes entre cantos de múltiples voces coreraron tracks como “Bad Habits”, “Ooh La” y por supuesto el “I know that she knows that I’m not fond of asking, true or false it may be, she’s still out to get me” del cierre con “Naive”.
Se acercaba el final, los cantos desafinados por unos tragos extra de cerveza se reflejaban entre el público, la diversión aumentaba y bandas como Aqua, El Tri, Uzielito Mix y DLD finalizaron sus shows. Pero la ola más grande ya aguardaba la llegada de Alejandro Fernández en el escenario Tecate Light.
En cuanto dio inicio, casi no hubo momentos de silencio de parte del público, quienes cantaron y corearon las canciones, “El Potrillo” ascendió a la par del Pa’l Norte en segundos. Aún más con hits como “Tantita Pena”, “Mátalas”, “Duele” o “Me dediqué a perderte”, una selección perfecta para este festival.
Luego de una hora de movimiento con los Babasónicos y Mariah Angeliq, regresamos para vivir el esperado regreso de Tame Impala, un hipnótico retorno que dejó pequeñas nuestras ambiciones al mostrarnos el gran espectáculo de luces y música que Kevin Parker y compañía lograron crear.
Finalmente, con el frío olvidado y la felicidad recorriendo nuestros cuerpos, algunos asistentes movieron el esqueleto con las Victimas del Dr. Cerebro, otros con Claptone, Klingande o un sentido norteño en el Pilo’s Bar. Otros cuantos se retiraron con la gran visión de vivir la próxima edición del Tecate Pa’l Norte, los diez años del festival siempre poderoso y ascendente.
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