Redacción: Manuel Moreno, @manumoraw
Hace unos años durante un ritual en Texcoco en el que presentaría música tradicional mexicana, Octavio Mendoza comenzó su proceso de transición hacia la feminidad. También ahí comenzó una aventura desde la tradición, las costumbres, la música y el folclor que la llevaron a convertirse en la Bruja de Texcoco.
‘Sé que tienes miedo, es un sentimiento que no puedes controlar. Solo recuerda que hay que ser sinceras al andar’ Ese es unos de los mensajes más valientes que La Bruja de Texcoco nos dejó en una de nuestras canciones favoritas, Chéni.
Tuvimos la oportunidad de charlar con la Bruja sobre cómo ha sido este proceso de transición y sobre los retos y sobre las virtudes que coexisten al ser una mujer mexicana, una persona disidente, música internacional, mujer trans y persona no binaria dentro de la escena musical mexicana.
Hacer arte en México, ¿difícil?
Comencemos por ponernos en contexto. En México tenemos una historia en la que hacer arte es una experiencia sumamente enriquecedora pero también a la cual no todos pueden acceder. Es cierto que convertirse en músico, artista plástico o en guionista de teatro – por ejemplo – es un privilegio que para alimentarse necesita de muchos factores que hacen muy difícil poder convertirse en artista. La poca oferta educativa, los costosos programas de estudios, y el difícil estigma del que muchos no escapan que es no reconocer el inmenso valor del trabajo y de la dedicación de un artista. De acuerdo con un estudio sociológico titulado «La profesión del músico, entre la precariedad y la redefinición» de 2018, publicado por SciELO, las actividades desarrolladas por los músicos son «una respuesta al empleo precario y constituyen una redefinición de la profesión del músico.»
De aquí nos cuestionamos sobre los retos que ha representado para la Bruja no sólo el impulsar su proyecto musical, si no también el poder empatarlo con las nuevas realidades.
La Bruja reconoce que estas dificultades son tangibles y sin embargo al mismo tiempo la han impulsado a seguir adelante siempre; “el arte rescata, el arte es parte de nuestra historia y sobre todo de nuestra necesidad. Nos identifica y nos hace expresar todos [nuestros] sentires que son necesarios para el desarrollo humano” Y si por si nos quedaba la duda, para la Bruja de Texcoco no solo es el poder conquistar y dejarse conquistar por el arte, si no que está más que claro que unos de sus propósitos es “ser parte de éstas sensaciones y poderlas compartir”
¿Pero qué tan difícil es poder trasmitir a través de la música los sentires que tenemos? Para la Bruja es muy sencillo; «Al final – considera – los sentires que se transmiten son , al fin y al cabo, humanos, sin barreras de género y de tradición.»
Las transfemeinidades en la escena musical
Para la Bruja de Texcoco es muy importante además saber transmitir no sólo los sentires a través de la música, sino también comunicar sobre las expresiones diversas, las transfemeinidades y las tradiciones de todas las comunidades. “Quieras o no, estas expresiones están siendo apoyadas [a través] de las redes sociales, estamos en un momento en donde la información es muy digerible, tan fácil de encontrar; estas identidades que estaban antes,- de alguna manera- escondidas, ahora están presentes.”
Sin embargo, es cierto que no siempre es fácil poder transmitir estos mensajes. México es la segunda nación con mayor índice de crímenes por razón de identidad de género en Latinoamérica —sólo superada por Brasil—, según un estudio llevado a cabo por el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la UNAM. Por esta misma razón, para la Bruja de Texcoco es muy importante poder mostrar y heredar su trabajo para las nuevas generaciones; “A mí no me interesa que piense un señor adulto homofóbico de mí, me interesa que es lo que puede pensar un joven, un niño de mí y de mi proyecto y poder tener un referente más fresco que creo que es muy necesario”
Nuestra responsabilidad con el arte y con la diversidad
En 2016, según datos de la coordinadora de la Estrategia Digital Nacional de la entonces Presidencia de la República, Alejandra Lagunes, México se posicionó como el tercer país que más usa las redes sociales en el mundo. Las redes sociales han evolucionado hacia la actualidad convirtiéndose en más que un simple medio de comunicación pues es fácil constatar que no solo influyen en la creación de nuevas conexiones personales y sociales, sino que ahora también influyen en decisiones políticas, de negocios y culturales.
En el mundo del arte, de las tradiciones y de las expresiones e identidades de género no es diferente. Para inspirar y transmitir nuevos mensajes es necesario tener un sentido de responsabilidad que permita crear y mantener canales de comunicación en armonía con la música, con el arte y con las expresiones e identidades de todos. “Muchas juventudes tienen acceso a internet y a la información y creen que lo saben todo. [Si bien] la información es muy valiosa, también hay que salir y vivir estas experiencias”- nos contó la Bruja.
A nosotros nos ha quedado muy claro que estamos viviendo sucesos de gran importancia histórica y cambios que están moldeando un mundo mejor para todos. La Bruja de Texcoco nos ha dejado muy optimistas sobre el futuro de la escena musical mexicana, de las diversidades y de nuestra responsabilidad con el arte “Sigan, el que haya dificultades no significa que deben parar. Para mí, la música sigue, y es lo que voy a hacer , yo ya tuve mi propuesta de vida y yo voy a morir haciendo música, haciendo lo que me gusta. Es una lucha constante y siempre habrá nuevos retos”
¿Qué te inspira a ti?