Dos versiones únicas de este tradicional platillo en un espacio que mezcla la tradición con la arquitectura.
Durante este mes patrio, la Roma se llena de sabor con la propuesta de Almamía, un restaurante que ha sabido darle una nueva vida a los Chiles en Nogada. En una casona remodelada e intervenida por el arquitecto Alberto Kalach con un aire elegante y cálido, este espacio se convierte en el punto perfecto para disfrutar de uno de los platillos más representatativos de la temporada.
La experiencia va más allá de la tradición, con dos versiones muy distintas: Un chile relleno de res High Choice con la clásica mezcla de frutas, y otro de pato confitado que sorprende por su textura y sabor. Ambos se preparan de forma artesanal, desde el asado y macerado en jerez de cada chile, hasta la nogada cremosa hecha con nuez, almendras, queso de cabra y un toque de jerez fino.
El resultado es un contraste perfecto entre lo dulce, lo salado y lo fresco, coronando con granada, perejil y nuez de castilla. Para los que disfrutan explorar, está la opción de pedirlos capeados o sin capear, manteniendo siempre ese balance entre lo clásico y lo innovador.
Al frente de la cocina de Almamía se encuentra el chef David Hernández Aguilar, quien imprime su sello en cada detalle gracias a su trayectoria de más de 30 años y su formación en la alta cocina francesa. «Cocinar recuerdos» es la frace con la que describe su cocina y la cual se refleja en cada uno de los platillos de Almamía rodeado de un espacio íntimo en el corazón de la Roma en la Ciudad de México.
