Con pronóstico de lluvia e impermeables en las manos, el público esperaba ansioso la salida de Los Claxons en el Autódromo Hermanos Rodríguez de la CDMX.
Texto: Brenda Márquez
Foto de portada: Lulú Urdapilleta
Poco a poco se fueron llenando los palcos privados al aire libre que OCESA ha adaptado para los conciertos debido a la pandemia que vivimos, el cielo se despejó y se aproximaba el inicio de un gran show. En punto de las 21:00 horas se apagaron las luces y se escucharon los primeros acordes de «Me voy a tomar la noche», seguido de un “Buenas noches Ciudad de México, ¿nos extrañaron?”, en ese momento Los Claxons se tomarían la noche para complacer al público con sus canciones favoritas.
Al término de la primera canción los artistas interactuaron con el público, mencionaban que tenían un año sin pisar un escenario y que esa noche tocarían todas las canciones que les pidieran, en ese momento se escuchaban gritos de muchas de sus canciones; las guitarras sonaron nuevamente y el público comenzó a cantar. Fueron intercalando sus canciones dando un recorrido por todos sus álbumes con la idea de complacer a sus fans.
Después de 17 canciones, Ignacio Llantada y Mauricio Sánchez, anunciaban al público “¡Es momento de decir adiós!”, en ese instante se reían ya que sólo se bajarían del escenario para que los presentes gritaran “Otra, otra”, con la intensión de regresar y continuar tocando. Comenzaron a tocar «Sayonara», al término bajaron del escenario y volvieron para presentar canciones con tono acústico.
En el cielo ya no había rastros de lluvia y la luna llena acompañaba a todos los asistentes que coreaban las canciones más románticas de su reportorio, iniciando con «Antes que al mío» donde los vocalistas dejaron al público cantar las primeras estrofas de la canción. Posteriormente, Ignacio Llantada, empezó a cantar «Te propongo» y con lágrimas en los ojos animaba a todos a cantar con él, al término de la canción se escuchó el grito: “¡Tenemos un anillo por aquí! ¡Y otro por allá!”. Se trataba de propuestas de matrimonio que dos parejas estaban realizando en pleno concierto.
Después de más de dos horas de show, agradecieron a todos por su asistencia y los invitaron a seguirse cuidando por la pandemia que aún existe. Tomaron la foto del recuerdo con los fans y Mauricio Sánchez aventó su pandero hacia el público para que alguno de ellos pudiera conservarlo.