De España para el mundo, Love of Lesbian.
Redacción: Miguel López @mklpz
Love of Lesbian llegó a México por primera vez en Marzo de 2013 gracias a las peticiones en redes sociales de fanáticos mexicanos. Con incredulidad, se presentaron en el Vive Latino de ese año y organizaron un concierto previo en el hoy difunto Caradura. Solo trescientas personas fueron las afortunadas en presenciar ese primer acercamiento documentado por la cámara de Oriol. Un concierto más fue programado días después en el Centro Cultural España. A partir de esa primera combustión, todo fue en asenso; dos Lunarios, un Plaza, tres Teatros Metropolitan, un Foro Indie Rocks!; Guadalajara, Monterrey, Ciudad Juarez, dos Vive latino más, Puebla. Para cerrar su racha de presentaciones en el Auditorio Nacional dando pausa para su gira en Europa y la grabación de su nuevo trabajo.
Este año se metieron al estudio para grabar la placa que sucedería al ‘Poeta Halley’, el tan esperado ‘V.E.H.N.’; pero no contábamos con enfrentarnos a una pandemia que ha detenido al mundo en su totalidad y nos ha confinado en nuestras casas. Ellos no se pueden quedar quietos, y con la necesidad de volver a tocar realizan un concierto en la casa que los ha acogido durante el proceso de grabación de su nuevo material. Un concierto intimo, enmarcado por su amor a México formando parte de una gran ofrenda con velas, papel picado, calaveras, catrinas, fotos de Jimmy Hendrix, Cliff Burton, John Lennon, Oscar Wilde, Stanley Kubrick; personajes que han trascendido y fueron influencia en su vida y obra.
Todos los raros presenciamos al inicio de la transmisión su tradicional ritual de mezcal y tequila previo a sus presentaciones por estas tierras de la que ahora somos espectadores –¡Fondo, fondo, fondo!-, gritábamos a la pantalla. Recordé que siempre se tomaban un “chupito” durante sus presentaciones y ese era el grito que coreábamos al unísono. Caminan a sus posiciones y se disponen a tocar las 16 canciones que fueron seleccionadas para esta presentación. Un set corto pero emotivo. Siempre como fanáticos esperamos y queremos muchas más.
Arrancan con “Ahí donde solíamos gritar”, lógico; ya que así se nombró a esta presentación. Parecía raro verlos en una pantalla. Les hace falta la energía del público. Lo sabemos, y lo saben. Se siente. Se nota. Esa retroalimentación es inigualable. Aun así, demuestran su alegría de estar en directo para nosotros. También ellos han estado distanciados y eso hace la presentación más especial. Poco a poco olvidamos que estamos a kilómetros de distancia, pero no terminamos de entender esta nueva normalidad. “Los días no vividos” nos recuerdan el tiempo que hemos estado separados de las personas que queremos. Brindamos por las celebraciones que nos hemos perdido esos días que se ha llevado la pandemia. No podría ser un arranque más raro. La tercera canción es “1999” con su tradicional coda ahora interpretando “La llorona”, que hicieron por primera vez en octubre de 2018 en el Auditorio Nacional siguiendo con las estrofas de “¿Por qué te vas?” que ya forman parte de esa canción en directo.
“1999” se une con “Voy a romper las ventanas” que fue interpretada en su totalidad; no se puede evitar derramar unas lagrimas en ese momento. Cumpliendo las peticiones de los fans tocan “Incondicional”, una de las canciones que más se pidieron en su convocatoria realizada en Spotify. Comienzan a dibujarse las sonrisas, pues pocas veces ha sido tocada en directo y la mezclan de una manera perfecta con “Música de Ascensor” del ‘Maniobras de Escapismo‘.
Comenzamos a olvidar que solo los vemos por una pantalla y nos levantamos de nuestros asientos para volver al bajón con “Cuestiones de familia” con Danny al piano que según palabras de Santi, fue llevado solo para él, lo que hizo que Danny se moviera de su lugar habitual. Con “Wio, antenas y pijamas” la melancolía se vuelve a apoderar de la presentación. “Belice” nos hace escapar con la mente al lado de Santi a un lugar donde no haya pandemia, recordando que algún día nos iremos y tenemos la obligación de disfrutar este momento y todos lo que nos quedan por vivir.
“John boy” siempre funciona, pero no es lo mismo sin estar en un foro cantándola al unísono al lado de todos los raros que se pelean por estar lo más cerca de ellos; esos raros que odian a los que consiguieron boletos de primera fila. Eso lo sabemos. Aun así, todos bailamos en nuestros lugares y cantamos como si estuviéramos ahí. Aún nos tenían preparada una sorpresa, en los acordes finales tocan “Afuera” de Caifanes, como un tributo a una de las bandas mas importantes de este país; sin duda fue un momento inesperado que encajo perfecto.
“Los males pasajeros” nos hace pensar en que está etapa Covid terminará, no sabemos cuando, pero algún día se irá. “Contraespionaje” te hace reflexionar de las vidas que se han perdido durante este año y que debe ser un cambio de dirección, en verdad deberíamos ser más amables con el prójimo ¡Una gran lección! Santi comienza a despedirse ¿Qué? ¡Aun falta mucha noche por delante, tienen más canciones! Una noche que quisiéramos fuera eterna. Dan paso a “Bajo el Volcán”. Ni siquiera el mismo diablo lo haría mejor, no hay más que decir. “Cuando no me ves” es su penúltimo tema; bailas, sonríes y cantas. Para este momento has olvidado que es a una pantalla a la que le cantas y ellos han olvidado que es a una cámara a la que le cantan. “Oniria e Insomnia” cierra este encuentro irrepetible en noche azul como lo hacían en la era de “La noche eterna”.
No cabe duda que tanto para ellos como para nosotros, fue una noche llena de emociones pero también melancólica. Se veía en sus rostros. Lo sentía en el mío. No solo era un directo más, era un directo diferente. Un directo a la distancia donde se demuestra el cariño mutuo. Hicieron falta los fans esperándolos en el aeropuerto, la reunión con los amigos afuera del recinto, las cervezas antes de entrar, las risas, las bromas, ver a las parejas que se han formado gracias a ellos, los niños con playeras de John Boy, los gritos de ¿Le faltan boletos, quiere boletos? ¡Más baratos que en taquilla! O el ¡Lleve la playera de estos güeyes que acaban de tocar!
También se extraña tomar el camino a casa, correr para alcanzar el transporte público, negociar con los taxistas o esperar el transporte por aplicación para llegar a casa, alejarte del recinto e ir asimilando lo vivido durante el concierto mientras no ves a nadie por las calles. Irónico, Ojalá que en estas épocas no hubiera nadie por las calles para que pronto estemos juntos peleando una vez más por las primeras filas, nuestra obsesión ¡Ahí, donde solíamos gritar!